Cómo decorar tu casa al estilo feng shui

¿Cómo decorar tu casa al estilo Feng Shui?

La guía del Feng Shui

 

El Feng Shui, una práctica ancestral china, es una de las enseñanzas seguidas por los occidentales en busca de la vida zen. De hecho, los países asiáticos ejercen cierta fascinación sobre los occidentales que desean descubrir sus secretos.

A pesar de las grandes diferencias culturales, a menudo se inspiran en las prácticas y costumbres chinas, especialmente en lo que respecta al bienestar y la serenidad.

El Feng Shui combina creencias, tradición, sentido común y adivinación. Considera que una circulación fluida de energía en el Universo nos permite vivir en armonía con el medio ambiente terrestre.

La práctica del Feng Shui aumenta nuestras posibilidades de éxito y equilibrio en muchos ámbitos de nuestra vida.

El buen Feng Shui respeta ciertas reglas para organizar las habitaciones de la casa y permite establecer relaciones armoniosas, mantener una buena salud y atraer prosperidad al hogar.

Un buen posicionamiento del Feng Shui en la casa tiene en cuenta los 5 elementos (Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua) y respeta un equilibrio entre la fuerza Yin y la fuerza Yang.

Cada habitación tiene su propio simbolismo y debe respetar una organización particular porque una buena orientación de los muebles que la componen, la presencia o ausencia de ciertos objetos, plantas verdes, la elección de un color son algunos de los elementos que contribuyen a la buena circulación de las energías.

Pero antes…

1 – Un poco de historia del Feng Shui

Los orígenes del Feng Shui son poco conocidos pero una leyenda explica que alrededor del 4000 a.C. BC un hombre llamado Fu Hsi se instaló a orillas del río Lo.

Hasta entonces, las inundaciones destruían periódicamente cultivos y viviendas en esta zona. Pero tan pronto como llegó Fu Hsi, las inundaciones cesaron misteriosamente.

Un día, mientras meditaba en la orilla, observó una tortuga, símbolo de la felicidad en ciertos países asiáticos, cuyo caparazón estaba decorado con puntos blancos y negros. La disposición de los puntos era tal que cuando se sumaban los puntos ubicados en las diagonales, columnas o filas, su suma siempre era igual a 15 y formaba un cuadrado mágico.

Muchas escuelas de Feng Shui dependen del cuadrado mágico para impartir sus enseñanzas en múltiples formas. En Feng Shui en particular utilizamos el cuadrado de orden 3 llamado Lo Shu (el libro del río) como regla de cálculo para determinar el diagrama energético de una casa y la circulación de los influjos.

Podemos utilizarlo para organizar y equilibrar de forma óptima las distintas zonas de una casa que corresponden a los distintos ámbitos de nuestra vida: vida profesional, creatividad, prosperidad, relaciones con los demás, familia, salud y bienestar, sabiduría y conocimiento, vitalidad, autoestima…

Y es que la ideología del Feng Shui gira en torno al Chi, el equilibrio entre el Yin y el Yang y la teoría de los 5 elementos.

Verás.

El concepto de “Chi” (llamado “Ki” en Japón y “Prana” en India) nació en China hace miles de años. Chi es la circulación de la energía vital. Feng Shui se traduce como viento y agua, elementos que para los chinos materializan la energía del cielo y de la tierra y la circulación que dura y permanece para siempre de las energías.

Por ello, el Feng Shui se basa en la idea de que debemos equilibrar y armonizar los flujos naturales de energía que nos rodean y particularmente en nuestros hogares para preservar y mejorar la salud, la prosperidad y el bienestar de los habitantes.

La escuela de Feng Shui más sencilla de entender y adaptar para los occidentales y la que basa sus cálculos en los 9 Ki de la astrología china. Este arte adivinatorio utiliza trigramas (representados por 3 líneas y correspondientes a los 5 elementos y características específicas).

Para quienes buscan bienestar espiritual y físico y equilibrio vital, el Feng Shui constituye una forma de pensar inspirada en métodos ancestrales del pensamiento chino como la circulación del Chi, Yin y Yang, la teoría de los 5 elementosPara los chinos, el Feng Shui es una filosofía de vida que nos permite vivir en armonía con la naturaleza.

En el mundo occidental, el Feng Shui se considera más bien como un método para organizar nuestro entorno para ayudarnos a alcanzar la armonía.

 

2 – Los principios principales del Feng Shui

Los principios fundamentales del Feng Shui

Los principios esenciales que debemos conocer para entender el Feng Shui son el Chi, el Yin y el Yang, los 5 elementos y el 9 Ki.

  • El Chi.

El Chi es difícil de definir con precisión; podría corresponder, aunque sea un poco simplista, a lo que llamamos energía o influjo en nuestro mundo occidental. Es la energía que circula en el universo, la tierra, nuestro cuerpo y nuestra mente y en los animales.

Muchas aplicaciones, incluidas reiki, shiatsu, Qi gong, Tai chi, acupuntura y Feng shui, surgen del «Chi».

Cuando los flujos de energía circulan armoniosamente a nuestro alrededor, sólo pueden producirse consecuencias positivas en nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestra vida en general.

Ciertas disciplinas terapéuticas chinas, como el shiatsu o la acupuntura, se basan en esta libre circulación de energía para liberar energías negativas que provocan falta de salud o bloqueos…

  • Los 5 elementos

El principio de los Cinco Elementos es una teoría taoísta basada en la observación de la naturaleza, su continua evolución y los movimientos del ritmo de la vida.

Cada elemento tiene una correspondencia con una estación, un punto cardinal, un color…

Estos elementos son interdependientes y se necesitan unos a otros para existir o destruirse entre sí… Cada elemento nutre al siguiente y lo hace existir, este es el ciclo de la creación:

– La Madera natural permite la producción de fuego. La energía de la madera se dirige hacia afuera y hacia los demás. Es el símbolo del crecimiento y la primavera. Se asocia con Oriente y el color verde.

– El Fuego quema todo lo que encuentra a su paso, se convierte en cenizas y luego se convierte en tierra. La energía del Fuego te empuja a la acción. El fuego es el símbolo del Yang y del verano. Se asocia con el Sur y el rojo.

– La Tierra es el origen del metal (ya que se encuentra en sus entrañas). La energía de la Tierra se une. La Tierra está en el centro y su color asociado es el amarillo.

– El Metal nutre el agua (aporta minerales, oligoelementos, etc.). La energía del metal se dirige hacia adentro. El metal es el símbolo del trabajo y del otoño. Se asocia con el Oeste y el blanco.

– El Agua da origen a la Madera (la Madera necesita agua para crecer). La energía del agua es pacífica y fluida. El Agua es el símbolo del Yin y del invierno. Se asocia con el Norte y el negro.

Pero ojo porque estos elementos también pueden destruirse a sí mismos, tomados en otro orden sus relaciones se vuelven negativas y destructivas.

El agua apaga el fuego > El fuego derrite el metal > El metal se utiliza para destruir la madera (por ejemplo, se utiliza un hacha para talar el árbol) > La madera que crece y se extiende sobre la superficie de la tierra la destruye > La tierra absorbe agua y la hace desaparecer en sus profundidades (cuando llueve, por ejemplo).

Los cinco elementos nos dicen cómo circula la energía que nos rodea. Esto nos permite, según el caso, restablecer la armonía de las energías o favorecer la buena circulación del Chi.

Los 5 elementos deben distribuirse armoniosamente y de forma equilibrada según el ambiente que queramos dar a una estancia, o según el temperamento, la personalidad de una persona o un entorno.

Por ejemplo, para una persona triste y poco expansiva a la que le falta Fuego, podríamos llenar este vacío colocando objetos rojos en su decoración interior, añadiremos una iluminación cálida y limitaremos la presencia del elemento Agua porque el Agua apaga el fuego. Pero esto no es más que un ejemplo general pues es imprescindible tomar como referencia las energías propias de cada espacio.

Por cierto, el uso y distribución de los 5 elementos en una casa contribuyen al equilibrio del Yin y el Yang.

Veamos.

  • El concepto de Yin y Yang

El Yin y el Yang son dos partes de un todo.

En las creencias chinas representan dos fuerzas opuestas en continuo movimiento que interactúan y se complementan y están en el origen de todo lo que sucede en el Universo. Estas fuerzas son muy distintas pero inseparables.

El equilibrio entre Yin y Yang, el Tao, simboliza la armonía del Universo.

Yin (sombra) representa la bondad, la feminidad, la noche, la luna, la interioridad,… mientras que Yang (luz) representa la firmeza, la masculinidad, el día, el sol, la exterioridad…

Para vivir en paz es importante establecer un equilibrio energético ya sea en nuestro entorno, dentro de nuestro hogar o en nuestra vida interior. El buen Feng Shui sólo existe si existe armonía entre el Yin y el Yang.

  • Los 9 Ki:

Es un arte adivinatorio destinado a encontrar cómo vivir en armonía en el espacio y el tiempo y así poder abordar las situaciones y acontecimientos de nuestra vida en las mejores condiciones posibles.

La astrología 9 Ki se usa a menudo en Feng Shui porque ambas se basan en los mismos principios fundamentales y son complementarias.

La astrología del 9 Ki permite establecer las personalidades básicas, emocionales y energéticas de una persona, los períodos que le son favorables o desfavorables, sus compatibilidades en el espacio, en sus movimientos cuando el Feng Shui permite crear un ambiente energético armonioso.

 

3 – Técnicas y accesorios del Feng Shui

Ya no es necesario demostrar la importancia del equilibrio que permite la libre circulación de la energía para una buena práctica del Feng Shui.

Para crear las condiciones favorables, debemos comprobar la armonía de nuestro hogar y rodearnos de accesorios que nos aporten protección, bienestar y vitalidad

Existen técnicas como el Pa Kua que nos permiten distinguir un buen Feng Shui de uno malo y utiliza los elementos y objetos del Feng Shui para corregir, restaurar y mejorar el Chi.

  • Plaza Pa Kua y Lo Shu

Una de las técnicas del Feng Shui, el Pa Kua, que puede presentarse en forma octogonal o en forma de cuadrado Lo Shu, es la más sencilla de utilizar para determinar cuál es la distribución más adecuada de una habitación o de una casa, según en las áreas en las que desea centrarse.

La parte superior del cuadrado representa la tierra, las líneas medias representan al hombre y las de abajo evocan el cielo.

9 casillas componen este cuadrado y cada una de ellas representa un área de nuestra vida.

Coge una hoja de papel en la que hayas dibujado el plano de tu casa o de la estancia que quieras analizar o ordenar. Coloca una capa ajustada a tu plano y sobre la que previamente has posicionado las 9 áreas tal y como aparecen en la tabla superior. El Pa Kua debe colocarse de manera que la puerta de entrada quede en las cajas de sabiduría, carrera o ayuda.

Podrás analizar tu interior, comprobar el equilibrio de los elementos, modificar la distribución si es necesario y hacer de tu interior un lugar armonioso y reconfortante.

Dependiendo de la zona que quieras centrar en tu interior y de la atmósfera que quieras crear allí, podrás disponer de elementos que influyan positivamente en tus emociones y aseguren una buena circulación de energía.

  • Animales feng shui

Los maestros de Feng Shui de la antigua China tenían en cuenta el medio ambiente a la hora de elegir el mejor lugar para ubicar una casa.

En este entorno vivían 5 animales míticos considerados protectores: el tigre, el fénix, la tortuga, el dragón y la serpiente.

Y aunque se sitúan en el exterior, su protección se ejerce en el interior de la vivienda.

– La Tortuga Negra simboliza la estabilidad, el invierno, se asocia a la montaña, se coloca en la parte trasera de la casa y nos protege de las malas vibraciones externas.

– El Fénix rojo, símbolo del verano, de los proyectos y del futuro, se coloca delante de la casa para que actúe como amuleto de la suerte.

– El Dragón Verde, símbolo de salud, trabajo, prosperidad y primavera, está situado a la izquierda de la casa y vela por la armonía de la casa y de sus habitantes.

– El Tigre Blanco, símbolo de fuerza, energía, comunicación, relaciones con los demás y otoño, está a la derecha de la casa y protege especialmente a la mujer y a los hijos del hogar.

– La Serpiente Amarilla, símbolo de perseverancia y equilibrio perfecto, está situada en el centro de la casa y forma el vínculo entre todos los demás animales del Feng Shui.

  • El agua

Shui es agua. Sin ser imprescindible, la presencia del agua en el universo Feng Shui es importante. Aporta calma y alivio pero al ser un elemento poderoso, su uso debe manejarse con precaución y procurar que el agua esté siempre limpia, porque el agua estancada o sucia sólo atrae malas energías y altera la calidad del Chi.

Su energía la encontraremos en acuarios siempre que sean abiertos en la parte superior, fuentes de interior… pero debemos conocer la Carta energética de nuestra vivienda o local para ubicarla bien y que nos traiga aquello que queremos.

  • Plantas y flores

Las flores y plantas tienen sus propias propiedades, algunas pueden ser beneficiosas, otras tóxicas.

Para elegir bien tus plantas y beneficiarte de sus virtudes, conocerás sus poderes para acertar en la elección según el efecto deseado; determinadas plantas son depurativas, descontaminantes, vitalizantes, relajantes, etc.

Las flores frescas, símbolo de la generosidad de la naturaleza, tienen un impacto positivo en el bienestar de los residentes y su entorno. Por tanto, no nos privaremos de la presencia de ciertas plantas en nuestros interiores pero evitaremos las flores secas, las flores con espinas o los cactus.

  • Iluminación, luces

Cualquiera que sea la habitación de tu casa, preferirás varias fuentes de iluminación suave distribuidas por todo el espacio en lugar de una sola. De esta forma la estancia puede quedar perfectamente iluminada, sin sombras, y podemos crear diferentes ambientes jugando con la iluminación.

En una habitación con muebles oscuros, por ejemplo, la iluminación será más intensa que en una habitación con muebles claros. De nuevo, es importante conocer la Carta energética de tu espacio para equilibrarlo correctamente.

  • Los espejos

Los espejos ayudan a frenar las energías nocivas pero también son útiles para agrandar estancias y captar buenas energías como un bonito paisaje exterior o la luz.

  • Las imágenes

Las imágenes que nos encantan, que tienen un significado feliz o que evocan bonitos recuerdos o buenos momentos a nuestros ojos son bienvenidas en un hogar Feng Shui.

En la medida en que estén cargados de energía positiva, pueden entrar en nuestro hogar en forma de fotografías, cuadros, dibujos, etc.

  • Campanas y móviles

Los sonidos y movimientos puros y armoniosos de los móviles tienen un poder equilibrante y tranquilizador para los habitantes de una casa. Ahuyentan las malas vibraciones y contribuyen a una buena circulación de energías. Pero esta información debemos cogerla con «pinzas».

 

4 – Diseña tu interior al modo Feng Shui

En la casa del Feng Shui debe reinar la armonía. Todo está pensado para estimular, calmar, crear un ambiente agradable y cálido, o propicio a la reflexión, según las necesidades…

Y para conseguirlo, cada detalle cuenta, empezando por el color que influye en nuestro estado de ánimo, pasando por la iluminación o la ubicación de los muebles en una habitación.

  • Colores feng shui

Los colores de nuestra ropa, al igual que los presentes en nuestro entorno, tienen un impacto en nuestro estado de ánimo y en la atmósfera que nos rodea.

En Feng Shui los colores se dividen en colores Yin y colores Yang. Son opuestos y complementarios y hay que encontrar un equilibrio para que aporten bienestar y serenidad.

Los colores brillantes corresponden a los colores Yang y son energizantes. Preferimos reservarlos para estancias de la casa en las que estamos activos y donde nos entretenemos, como la cocina o el despacho.

Los colores suaves y pastel corresponden a los colores Yin y son relajantes. Por tanto, se utilizarán principalmente en estancias de descanso y tranquilidad, como el dormitorio, la biblioteca, etc.

De hecho, lo más importante es elegir los colores según el ambiente que quieras crear en cada estancia de tu casa y su Carta energética.

Los colores en el Feng Shui, como habrás comprendido, tienen un simbolismo. Corresponden a tus emociones, a tus estados de ánimo, a los elementos:

– El rojo está asociado con el elemento Fuego y simboliza dinamismo, prosperidad, amor. Este color presente en exceso puede provocar excitación y nerviosismo. Lo usaremos en el despacho o el salón pero lo evitaremos en los dormitorios.- 

– El naranja es el color del cambio, la amistad, la creatividad. Tiene un efecto estimulante, energizante y antidepresivo. Por lo tanto, será adecuado para dormitorios infantiles, la entrada, el salón y la cocina.

– El amarillo es un color solar que favorece los intercambios y la comunicación. Aporta alegría, calma y promueve la inspiración y la espiritualidad. El amarillo encontrará su lugar en la habitación de un niño, en un salón o en una sala de reuniones.

– El verde, asociado al elemento madera, es símbolo de juventud, crecimiento, salud y armonía. Es un color calmante que favorece la concentración y la creatividad y se adapta perfectamente a una cocina u oficina.

– El azul está asociado con el elemento Agua. Es el color del alma, la sabiduría y la serenidad y favorece la reflexión y la meditación. Por tanto, lo utilizaremos en una oficina o en un baño.

– El morado representa el equilibrio perfecto entre el color Yang (rojo) y el color Yin (azul), y simboliza la espiritualidad y la intuición. Estimula el intelecto y por eso encuentra su lugar en una oficina.

– El rosa calma y alivia el mal humor. Es adecuado para dormitorio y baño.

– El gris está asociado con el elemento Metal. Simboliza la concentración y se utiliza para la oficina.

Ciertos colores deben evitarse en Feng Shui o usarse con moderación:

– El blanco simboliza la pureza y la inocencia. En su lugar utilizamos el blanco roto porque evitamos utilizar este color puro que podría crear una sensación de vacío e inquietud.

– El negro simboliza el misterio, la magia. Este color fomenta el pesimismo, por eso lo utilizamos en pequeños toques en nuestro entorno.

– El marrón es el color del estancamiento e incita a la nostalgia, por lo que debemos evitar utilizar este color.

Necesitarás encontrar un equilibrio entre los colores Yin y Yang. Demasiados colores Yin en un interior promueven el cansancio y languidez, mientras que un exceso de colores Yang puede causar agresión y tensión.

  • Una entrada de Feng Sui

La entrada es la primera impresión que tendrá un visitante al entrar en su casa y también será la última impresión al salir. La entrada es también un lugar de paso de energías.

Por eso es importante ordenar esta habitación y hacerla acogedora. Un espejo que no mire hacia la puerta y que refleje la energía exterior, una planta verde, una imagen de un espacio o paisaje zen serán bienvenidos en la entrada siempre que no sean demasiado voluminosos.

  • Un dormitorio Feng Shui

Es en nuestro dormitorio donde recargamos nuestras pilas noche tras noche.

Para permitir que las energías circulen bien en una habitación Feng Shui y crear las mejores condiciones de bienestar, nos aseguraremos de respetar ciertas reglas del Feng Shui.

Determinaremos la ubicación de la cama de manera que quede lo más alejada posible de la ventana y de la puerta y que el cabecero quede apoyado contra una de las paredes.

Evitaremos el desorden incompatible con un dormitorio Feng Shui y elegiremos una iluminación con regulador de intensidad si es posible para poder regular la intensidad de la luz y crear una atmósfera suave que contribuya a la calma y el descanso.

Favoreceremos la presencia del Yin, elementos suaves y confortables para crear una atmósfera relajante que favorezca un sueño reparador (materiales, formas, colores) y mantendremos alejados todos los elementos que puedan perturbar nuestro sueño: los espejos no deben colocarse frente a la cama, los acuarios y los equipos electromagnéticos deberían prohibirse en el dormitorio.

  • Un salón Feng Shui

El salón es el lugar donde recibimos a nuestras relaciones, a nuestros amigos, a nuestra familia y debe ser un espacio acogedor, agradable para vivir, un lugar confortable, propicio para los intercambios, las confidencias y la comunicación en general. Elegiremos sofás y sillones que se colocarán de manera que no den la espalda a la puerta y alrededor de una mesa de centro o de una chimenea.

Y evitaremos abarrotar el salón y colocar allí plantas espinosas, especialmente cerca de los asientos y sofás para una buena circulación de las energías.

  • Una cocina Feng Shui

La cocina debe ser amigable porque es una estancia importante de la casa donde nos reunimos para preparar la comida, charlar y compartir momentos juntos.

Es un lugar donde hay que poder moverse con facilidad y que debe ser funcional. Se deben proporcionar espacios de almacenamiento para que se arrastre la menor cantidad de cosas posible.

La superficie de trabajo se colocará de forma que la persona que cocine pueda ver toda la estancia de un vistazo y no esté de espaldas a la puerta.

Y elegiremos colores que aporten calidez.

 

5 – Algunos errores a evitar para vivir el Zen según el Feng Shui

Una de las primeras reglas para vivir el Zen según las reglas del Feng Shui es evitar dejarse invadir por objetos inútiles u hostiles, colores agresivos, energías negativas.

Para deshacernos de las malas influencias puede ser necesaria una purificación y limpieza de nuestro espacio.

  • Evitar el desorden y sus efectos nocivos

La práctica del Feng Shui es incompatible con el desorden. Limpiar el espacio es uno de los elementos que nos permite regenerarnos, siendo el desorden energía bloqueada.

En Feng Shui se considera que el desorden estanca el Chi, nos afecta y tiene efectos negativos. Genera fatiga y constituye energía negativa e inerte.

Al ordenar, se libera esta mala energía y se deja espacio para nueva energía y vitalidad.

Cuando el desorden invade nuestro espacio, mantiene el pasado en su lugar e impide la novedad y la acción.

El desorden, que abarrota gran parte de nuestro espacio, hace que las cosas y los pensamientos sean más confusos.

El desorden empuja a la procrastinación: cuanto más se acumula, más energía se estanca y la escala del trabajo de limpieza que hay que hacer parece insuperable y se agota de antemano.

La falta de orden crea tensión y puede ser causa de discusiones dentro de la familia. También es un obstáculo para nuestros proyectos, nos aísla porque la casa está desordenada, podemos dudar en invitar a familiares o amigos.

En lugar de elevar nuestra energía, el desorden la tira hacia abajo, genera depresión y a veces incluso problemas de salud porque atrae y retiene polvo, moho, insectos dañinos… Es una fuente de aburrimiento que impide que la inspiración y la vitalidad entren en casa.

Con el desorden nuestra energía se apega a demasiados objetos insignificantes y perdemos de vista lo que realmente importa.

A lo largo de los años, acumulamos numerosas revistas, objetos, muebles, ropa y más, que abarrotan nuestro espacio pero que ya no nos sirven para nada y constituyen la mayor parte del desorden.

Debemos aprender a deshacernos de lo que ya no nos sirve, de esos objetos que son nidos de polvo y que hacen que las malas energías se estanquen. Y por otro lado, debemos acostumbrarnos a clasificar y guardar lo que nos pertenece y nos es útil.

No dejes que las malas energías se instalen: limpia y purifica

Para evitar que las malas energías entorpezcan nuestro bienestar y hacer de nuestro hogar un remanso de paz, el primer paso es despejar el espacio: limpiar, ordenar y purificar.

El Feng Shui aboga por la luz, la limpieza, el equilibrio, la armonía y repele la oscuridad, la suciedad, el desorden.

Cuando se muda a una nueva casa o cuando en un interior se ha acumulado un ambiente pesado, el Feng Shui recomienda realizar una limpieza energética del local siguiendo rituales de purificación específicos. Muchas descripciones de rituales están registradas en el Libro de los Rituales, Li Ki.

Por ejemplo, podemos purificar un lugar con fuego utilizando incienso que quemamos en las distintas estancias de la casa.

Una buena práctica de Feng Shui comienza con una limpieza a fondo de la casa para renovar su campo energético: limpiaremos la casa a fondo, haremos una limpieza minuciosa quitando el polvo, limpiando los cristales, aspirando y lavando los suelos. Aportaremos nueva energía y purificaremos el aire de la casa abriendo una puerta y una ventana para permitir que el aire circule libremente.

Los rituales de purificación te permiten conectarte con tu hogar, dispersar las malas energías y despejar el espacio para atraer energías positivas.

  • Radiación magnética

Evita la presencia de tu teléfono movil, un ordenador en el dormitorio para evitar una exposición prolongada durante la noche a estos campos electromagnéticos.

Evita las esquinas afiladas de muebles u objetos.

Para mejorar la circulación del Chi, se suavizarán los ángulos agudos y salientes que bloquean la energía, mediante la presencia de una planta verde, por ejemplo.

  • La ausencia de un espejo

Se debe evitar la ausencia de espejo porque el espejo contribuye a la buena circulación de las energías en el Feng Shui. Pero presta atención a su ubicación, porque, por ejemplo, colocado frente a una ventana o una puerta, ahuyenta las energías.

  • La ausencia de plantas.

La presencia de plantas es beneficiosa en la casa Feng Shui, protegen de las malas influencias, pero también hay que tener cuidado de no conservar flores marchitas que constituyen una fuente de contaminación interior.

  • No te limites a una sola luz

Planifica varias luces para distribuir en diferentes zonas de una habitación. La luz será más suave y limitará las zonas de sombra.

  • No descuides tu entrada

La entrada es la primera habitación de tu casa que verán los visitantes. De esta habitación surgirá el primer sentimiento. Para que se liberen buenas vibraciones, es importante en Feng Shui hacer que esta estancia sea acogedora y agradable.

  • No tener un baño sin puerta

El baño es el lugar donde nos limpiamos y nos deshacemos de impurezas y malas energías. Por eso hay que dividirlo. Por otro lado, esta habitación debe estar ventilada para evitar que el Chi se estanque.

 

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Feliz Feng Shui,

Maddie B.